A lo largo de este este año, muchas experiencias han cambiado mi forma de pensar, de ver y de sentir las cosas.
La pandemia a nivel mundial, y la cuarentena a nivel nacional, ha trascendido en mí como nunca, viendo esto como una fase independiente de otras en mi vida.
No solo es un punto y aparte en la vida social de las personas (junto con todos los cambios que eso implica), sino en la vida individual de cada una de ellas.
He de decir que, para mí, debido más que nada nada a dificultades provocadas por este aislamiento, me ha dado una visión distinta de la realidad, del comportamiento de las personas y como yo afrontaba todo lo que se me proponía en frente.
Han sido desafíos, pruebas tras pruebas y, por fortuna, esto llega a su fin con un saldo satisfactorio: el hecho de tener que haber vivido esto para darme cuenta de ciertas cosas.
Desde luego, no todo es malo. Nuevas amistades, nuevos conocimientos, nuevos encuentros, han hecho de esta experiencia, mas que un suplicio, un tránsito que ha tenido que ser necesario.
Querámoslo o no.
El año 2020 se va, dejando entrever cosas que no me había dado cuenta hace mucho tiempo, fortaleciendo, al menos para mí, una nueva capa en mi ser, cosa que no me lo imaginaba a esta altura.
Al lector, déjame decir que este transito ha sido mas ameno, por brindar este proyecto para ti. Solo toca, de mi parte, agradecerte por esto.
¡Gracias, y vamos por más!
Reflexión hecha por Facundo
@facuhernandez.jjba
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